En Buenos Aires, melancólico y desencantado “Yo no soy Borges, soy el otro...”
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Lilián Carou / Patricio Salinas
JAQUE encontró en Buenos Aires un Borges melancólico,
desencantado, sin esperanzas, para quien ser argentino es “un acto de fe”.
Confiesa no saber nada del tango, de Gardel, de la literatura contemporánea, ni
de política y, en otro juego de espejos afirma ignorar si tiene o no realmente
vida personal. Es Jorge Luis Borges.
Borges, Ud. que ha viajado tanto, ha estado en tantas
ciudades...
— No se crea, no tanto. Hay dos países que me gustaría
mucho conocer: China e India. Pero imagínese que no me puedo costear esos
viajes. No es como ir a Bolivia o a Chile.
No, claro. Pero Ud. que ha viajado tanto, decía, ¿cómo se
siente en Buenos Aires?
— Como todo el mundo, melancólico. Porque no mejoran las
cosas. Hace un año y medio que están los radicales y no han hecho nada ¿puede
ser? Quizás ahora hagan algo. Recuerdo que cuando fue electo, el Presidente me
invitó a un acto oficial. Yo sólo conocía a Bioy Casares, a los demás
escritores no los conocía. Era gente más bien de radio, de teatro, actores.
Pero a los escritores no los conocía. Yo dije algunas palabras. Pero ahora
estoy muy desencantado, sin esperanzas...
Ud. dice en uno de sus poemas:"Ser esa cosa que
nadie puede definir: argentino”. ¿Tampoco ahora podría definirlo?
— No. no podría. Yo creo que algo así sucede con todos
los países ¿qué es ser irlandés? ¿qué es ser sueco? Un acto de fe. Ser
argentino es un acto de fe. Es muy raro. Este país, no sé, algunos dicen que va
a
salvarse con las nuevas medidas. pero hace muchos años
que tenemos problemas.
Compadritos eran los de antes
Borges, hablando ahora de su obra, los temas que en ella
se repiten son el tiempo, los laberintos, los espejos, los compadritos...
— Sí, los compadritos. Pero los compadritos se acabaron
con las armas de fuego; los verdaderos compadritos eran cuchilleros. Yo conocí
cuchilleros. El cuchillo era un arma de guapos, ellos llevaban siempre, los de
ciudad, el cuchillo en la sisa del chaleco, se sacaba así (hace el gesto de
sacar el puñal), en cambio en el campo lo usaban en el lado izquierdo del
cinto, y lo sacaban así (hace otro gesto).
"Hacia arriba y con el filo para adentro”, como
enseña Ud. en el cuento “El sur”.
— Claro, pero fíjese qué raro, nunca se hablaba del
cuchillo, por pudor. Si se lo sacaba era para usarlo, pero no se lo mostraba
nunca. Además se usaba cuchillo corto. Ya el hecho de sacar un puñal corto era
una prueba de que uno sabía usarlo. Pero ahora el cuchillo ya no tiene sentido.
Yo no se nada del tango
¿Qué opina del tango, Borges?
— Yo no sé nada del tango.
Ud. dice que no tuvo orígenes populares.
— No. el pueblo lo rechazó. En los conventillos no se
bailaba. En realidad, yo he leído algo sobre el tango. Surge en la misma época
que el jazz, en el mismo ambiente: en los prostíbulos. Pero puede probarse que
no fue popular por los instrumentos. La milonga, por ejemplo, se acompañaba con
la guitarra. ¿Sabe cuál es la etimología de la palabra guitarra?
No.
— Viene de cítara, del griego: citara-guitarra ¿qué
lindo, no? Bien, el tango surge hacia 1880, no se sabe si originario de
Montevideo o de Buenos Aíres, en el mejor de los casos se comprueba que no es
popular por los instrumentos: piano, flauta y violín, y luego se agrega un
instrumento alemán: el bandoneón. Así que no es popular, porque los
instrumentos son muy caros. La flauta no, pero el violín y el bandoneón, sí. En
cambio la guitarra es popular. Cuando yo era chico se tocaba en todas las
esquinas de Buenos A¡res. ahora no.
¿Qué opina de este homenaje un tanto desmesurado que se
le está brindando a Gardel?
— Yo no sé nada de Gardel. Sé que no quiso ser ciudadano
uruguayo. Se llamaba Charles Gardel, era descendiente de franceses. El la
compró a la madre.
¿Cómo?
— La madre de él trabajaba en un prostíbulo en Toulouse,
entonces él la compró. El precio de las prostitutas variaba según la edad y las
nacionalidades. Aquí las más baratas eran las criollas, luego venían las
polacas y finalmente, las más caras eran las francesas.
Otro de sus temas preferidos son los espejos ¿qué le
sugieren?
Cuando yo era chico había muebles hamburgueses en casa.
Había un espejo de tres cuerpos donde yo me miraba siempre. Desde mi cama,
inmóvil. Y un día se me ocurrió que una de las imágenes reflejadas podía tomar
vida propia, podía empezar a obrar por su cuenta. Ese es el origen de mi
interés por los espejos, y por eso aparecen en mis cuentos.
Tampoco de novelas
¿Por qué nunca escribió una novela?
— Porque no soy lector de novelas. Bueno. leí el Quijote,
y un novelista que para mi es el novelista: Joseph Conrad. He leído a Dickens
mucho, leí Crimen y castigo, lo leí con mucho entusiasmo, más que Los hermanos
Karamazov, Tolstoi sí me gusta mucho. Pero otras novelas... En cambio leí Las
mil y una noches en una versión, creo que la mejor versión occidental, la de
Rafael Cansinos Assens. El se jactaba, no se por qué razón, de poder saludar a
las estrellas en catorce idiomas clásicos distintos ¿qué exageración, no? Era
una andaluzada: Pero la novela es un género que no conozco.
¿Y de literatura contemporánea?
- Yo no sé nada de literatura contemporánea, creo que hay
mucha pornografía...
Quiero hacerle una pregunta...
Y nada de política
— Si es una pregunta política, no se nada (sonríe). No
estoy afiliado a ningún partido político. En fin...
No, no es una pregunta política. Se refiere al debate que
existe acerca de la cuestión del Premio Nobel...
— No, no, pero yo voy a defender a los Académicos. En un
tiempo, ellos confirmaban prestigios. Cuando un autor recibía su premio, ya
estaba consagrado. Cuando Bertrand Russel lo recibió, cuando André Gíde lo
recibió, ya eran famosos. Pero creo que ahora quieren dar el premio de
estimulo, a quienes no son tan conocidos. Yo creo que es una política distinta,
yo la respeto. Además, yo no tengo méritos, mi obra no existe. Acá no tengo
ningún ejemplar de mi obra. Yo no soy Borges, soy el otro (sonríe).
Parece que en Suecia se estima más su poesía que su
prosa...
¿Ah, sí? qué notable. Bueno, la poesía es un género más
antiguo, más noble.
Pero en otros países, en Europa y en América Latina, se
valora más su prosa.
Bueno, cuando yo pienso en la prosa, me gusta más la
poesía; y cuando pienso en la poesía, me gusta más la prosa.
Cuando el Premio se le concedió a García Márquez...
— Muy merecido, sí.
.... él mismo consideró que se lo merecía más Ud.
— Bueno, es una generosidad de su parte.
Unas últimas preguntas, Borges: De acuerdo a sus
declaraciones, parece ser que Ud. está en un proceso de evaluación de su vida
personal.
— No sé si tengo vida personal. De mi biografía poco
tengo que decir: nací en Buenos Aires, viví en Suiza, después me empezaron a
interesar los idiomas no sé. un poco de vida literaria, enamorarse...! sonríe).
Ud. dice que no cree en la inmortalidad ¿eso no le
produce angustia?
No. no. Recuerdo que mí padre decía que una vez que uno
se moría, era mejor morirse del todo. El se dejó morir. Se negó a comer y a
tomar remedios. Ahora, la transmigración si seria interesante ¿no?
Claro. Bueno Borges, no lo molestamos más, muchas
gracias.
— No. no. no me molestan. Gracias a Uds. que han llenado
esta mañana que parecía vacía. (En la puerta, pensativo) ¿Así que me
recomiendan la poesía?
Lilian Carou
"Jaque" Revista Semanario - Año II Nº 82
Montevideo, 12 al 19 de junio de 1985
Digitalizado y editado por el editor de Letras Uruguay el
día 14 de mayo de 2017, se agrega foto
Twitter:
https://twitter.com/echinope / email: echinope@gmail.com / facebook:
https://www.facebook.com/carlos.echinopearce
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